Esta ubicada en la parroquia del mismo nombre, a 50 metros de la cabecera cantonal.
Tiene una dimensión de 3000 metros de largo por 1500 en su parte más ancha. Este paraje maravilloso fue, durante mucho tiempo el destino del Flotel Orellana. Un sitio especial para pescar, remar, nadar y está a pocos metros de la comunidad kichwa del mismo nombre, comunidad que conserva aún muchas de sus costumbres nativas.
La noche se puede salir a navegar en compañía de un guía nativo y observar caimanes, en las noches de luna llena y estrelladas, el espectáculo es realmente mágico, se puede observar el reflejo del cielo en la laguna, lo que da un toque de magia y misterio. Es quizás una de las lagunas más bellas que hay en la Amazonía.
Una experiencia única y maravillosa poder estar en contacto con la naturaleza y todos sus hermosos paisajes.